CEUTA, LA CIUDAD QUE QUISO SER ESPAÑOLA


El 21 de agosto de 1415 se produce la conquista de Ceuta por D. Juan I de Portugal.

A pesar de que muchos consejeros preferían abandonar la plaza después del saqueo, el rey decidió mantenerla nombrando como gobernador a D. Pedro Meneses, nieto de castellanos emigrados a Portugal.

La tradición dice que se presentó ante el rey portando un bastón, con el que estaba jugando a la choca, diciéndole: "Con este palo me basto para defender Ceuta de todos sus enemigos".

Se trataba del aleo, símbolo del gobierno de la ciudad hasta nuestros días y que sostiene en sus manos la Virgen de África, patrona de Ceuta, desde fecha inmemorial.Pasado el tiempo, en 1560 Felipe II se hace con el trono portugués al quedar vacante dos años antes por la muerte del rey D. Sebastián I en Alcazarquivir.

Felipe II hace prestar juramento de fidelidad a los habitantes de Ceuta.En 1640 se produce una sublevación contra el rey Felipe IV y los portugueses proclaman rey al Duque de Braganza separándose ambas coronas. Pero ahora viene lo curioso, los habitantes de Ceuta se mantuvieron fieles a Felipe IV y no quisieron reintegrarse en el reino de Portugal.

La incorporación de Ceuta a la Corona Castellana será muy bien acogida desde Madrid, recibiendo los títulos de Siempre Noble y Leal. La ciudad elevó manifiestos y peticiones a las Cortes, que vieron su fruto en 1.656, con la concesión del título de Fidelísima, cerrándose así el reconocimiento de todos los fueros, privilegios, usos y costumbres de instituciones y habitantes. En 1.668, el Tratado de Paz y Amistad reconoció de derecho lo que ya era de hecho: La españolidad de Ceuta.

No hay comentarios: